Es impresionante lo que pueden llegar a cundir cuatro míseros días de puente.
El Vienes, sin comerlo ni beberlo, salida exprés de Madrid con el Gnomo a cuestas, no creo que haya muchos servidores que hayan viajado en el AVE. Paseo con Miguelito de Lérida a Barcelona, enchufar el bicho y paseo a la Pineda.
El Sábado, vamos que nos vamos al Delta! Media mañana de taller con los chicos de Xaloc, fideuá de caerse de culo y todo el resto del día disfrutando como enanos volando en el delta del Ebro.
El Domingo, agujetas, agujetas y más agujetas de rodar en buggy. ¿Qué se puede hacer en ese caso? pues rodar en buggy. Primera torrada al sol del año y quemaduras de primer grado.
El Lunes, relax, despedida de Cris que está pesisosa a punto de tenr a la niña y aventurilla a la caza del AVE (el tren, que lo de la cinegética no me va) después de que el Altaria Tarragona-Lleida me cerarra la puerta en las narices. (Las quemaduras bien, gracias)
Y por último, el Martes, ya de vuelta en Madrid todo el día volando en el parque con Juan Carlos y Nuria. De ahí la segunda torrada y las quemaduras, ya de segundo grado.
Y hoy a trabajar… BUAAAAAA